Se estima que el déficit global de empleados del campo de la ciberseguridad alcanzó en 2021 los 3,5 millones de empleados, lo que representa un desafío no solamente en cuanto a la gestión del talento, sino también respecto a los eventuales riesgos para las organizaciones, según A3sec.

A pesar de que los salarios pueden ser uno de los más atractivos en la industria tecnológica, el campo de la ciberseguridad afronta un desafío en cuanto a la atracción de talento que se vive incluso en los mercados más desarrollados del planeta.

En el caso de EE.UU. se estima que el déficit alcanzó en el 2020 los 359.000 puestos, a pesar de que en ese mercado están empleados en la industria unas 870.000 personas, la mayoría de estos hombres. 

De hecho, los líderes del sector tienen un gran reto en materia de inclusión, dado que se estima que la tasa de participación femenina en la industria es de apenas el 25%, de acuerdo a cifras del Consorcio internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información, citadas por la CNN.

Ante el déficit actual de empleados en la industria, las empresas se ven expuestas a riesgos innecesarios en lo que tiene que ver con el manejo de datos sensibles y la prevención de brechas.

Pese a los desafíos en la materia, y a que el mundo viene de atravesar varios de los episodios de ciberseguridad más críticos durante la pandemia, se prevé que el déficit de estos profesionales aumente a tasas alarmantes de entre un 20% a 30%, con lo que las empresas quedarán aún más expuestas. 

El liderazgo y una estrategia más decidida por parte de las organizaciones puede ser clave para el fortalecimiento de ese campo, que viene reclamando desde hace años mayor atención. A propósito, un informe global de PwC indica que la mayoría de los CEO consultados manifestaron que las amenazas cibernéticas son el riesgo número dos para las perspectivas comerciales.

El 2022 Global Digital Trust Insights Survey, que consultó a 3.602 ejecutivos de negocios, tecnología y seguridad en el mundo, muestra que este año hay un mayor compromiso por parte de los ejecutivos con las estrategias de ciberseguridad, lo que se ve reflejado en los resultados de las firmas más avanzadas.

En este se explica que el momento actual pide que los directores ejecutivos apoyen y ofrezcan los recursos necesarios a los CISO para cumplir con las metas de ciberseguridad, a la vez que los empoderan para que se acercan más a los clientes para hablar su idioma y comprender mejor sus imperativos comerciales”, según el informe.

“El 10% de los que están “más avanzados” en las prácticas de ciberseguridad, reciben el apoyo de sus directores generales y están en una buena posición. Pero la mayoría (63%) de las organizaciones no recibe el tipo de apoyo que necesita de su CEO. El hecho es que tanto el CEO como el CISO necesitan trabajar mejor juntos para beneficiar a la empresa”, dice PwC.

 

Los retos en la gestión del talento

Un liderazgo efectivo y comprometido es vital para el futuro de la estrategia de ciberseguridad de una organización e implica diferentes variables que van desde la conformación inicial del mismo, hasta una cultura organizacional basada en desafíos constantes, según A3Sec.

Definir el perfil de liderazgo que requieren las organizaciones en el campo de la tecnología es determinante para su hoja de ruta y cumplir con las metas trazadas en un escenario tan cambiante como desafiante, y en el que la innovación debe ir de la mano de una eficiencia operativa y financiera.

A3Sec ve que el fenómeno de la gran renuncia en EE.UU., como se le ha denominado a la salida de trabajadores inconformes por las dinámicas tradicionales y la poca flexibilidad en sus empleos, está teniendo efectos en la industria tecnológica. 

Esto ha producido que las empresas tengan que adaptarse a las nuevas tendencias de empleabilidad y los trabajadores se están inclinando por las ofertas remotas, al punto de que estas se quintuplicaron entre mayo de 2020 y el mismo mes de 2021 en la plataforma profesional Linkedin, de acuerdo a un reporte de la BBC.

El mundo del trabajo está cambiando a pasos agigantados y la innovación constante se convierte en la guía de las empresas, principalmente en el área de TI que vive una revolución permanente. A propósito, un reciente informe de International Data Corporation (IDC), indica que para 2024 “el 55% de los productos innovadores digitales exitosos serán creados por equipos que incluyan personas con habilidades creativas, de pensamiento crítico, de análisis y de automatización, así como ingenieros de software”.

Asimismo, proyecta que aquellas empresas que en 2024 hayan invertido en la creación de un ecosistema de desarrolladores ampliarán su base de clientes en un 25 %, aunque la escasez de talento seguirá siendo un reto y afectará al 90 % de las organizaciones para 2025 en materia de transformación digital.

 

Perfiles de ciberseguridad, cada vez más competidos

Un reciente informe de PageGroup, titulado Estudio de Perspectivas LATAM 2022, concluyó que los perfiles de tecnología están siendo altamente demandados en la actualidad en un escenario de déficit de talento y en el que cada vez más se requiere una gestión adecuada de los grandes flujos de información que gestionan a diario las empresas.

Es así que los analistas identificaron que “el almacenamiento en la nube se ha convertido en el principal objetivo de inversión tecnológica en la mayoría de los países observados. También tienen gran relevancia las herramientas de CRM (Customer Relationship Management) y de comunicación”.

Con base en las entrevistas que realizó en todo el continente, se determinó que para 2022 los perfiles de tecnología más demandados serán Business Intelligence (54,2%), Ciberseguridad (49,7%), Big data (44,4%), desarrolladores, especialistas en internet de las cosas (22,7%), en Cloud Computing (20,7%), SCRUM Master (11%), entre otros.

Liderar equipos de TI en un escenario tan desafiante como el actual requiere agilidad por parte de los líderes, así como mantenerse al día con las novedades del sector y sobre todo apelar a sus especialidades para explotar las ventajas competitivas que ofrece un mercado en el que “la rápida adopción de prácticas laborales más automatizadas, basadas en la nube y habilitadas para IA mejorará la productividad laboral e introducirá nuevas formas de trabajo más ágiles”, según anticipa el IDC FutureScape.

 

Las claves para liderar equipos de la industria

La revista especializada en tecnología CIO retomó algunos conceptos del reciente Simposio MIT Sloan para hablar acerca de los retos que tienen en la actualidad los directores de TI en las empresas. Al respecto, dice que una de las características de los líderes de TI exitosos, incluidos los del sector de ciberseguridad, es que entienden que la dinámica del negocio debe guiar las inversiones y no al contrario, lo que se resumen en “dejar que el negocio lidere”.

Así se ahorran costos innecesarios y se basa la estrategia en lo que realmente está pidiendo el desarrollo de los negocios, basándose en información clave que hoy está disponible gracias al big data y la analítica.

Otros puntos clave se refieren a la necesidad de crear una cultura abierta en la que las ideas fluyen y los equipos debaten en pro del negocio, lo que robustece además la identidad de las organizaciones.

Un liderazgo exitoso apela además a la flexibilidad y refuerza el concepto de sobreponerse a los cambios que puedan sufrir las estructuras de la organización, adaptando de manera armónica los desarrollos tecnológicos. 

A3Sec considera que el liderazgo que piden los tiempos de hoy exige que las personas a cargo se sumerjan en los diferentes roles dentro del equipo y vivan esa experiencia para comprender los distintos desafíos que se trazan en campo.

Para esto es importante forjar relaciones sólidas dentro del equipo y fomentar una cultura de la innovación basada en la autodeterminación, en la paciencia para comprender el momento en el que una tecnología puede ser disruptiva para el mercado, en la perspicacia para adelantarse a las transformaciones que se avecinan y en la que el fracaso no se cobra sino que hace parte de un proceso.

Por Javier Diaz Evans
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